¿Por qué algunas personas necesitan más cercanía que otras? ¿Por qué me cuesta confiar o relajarme en pareja?

La teoría del apego adulto, explicada con claridad en el libro Maneras de amar de Amir Levine y Rachel Heller, nos ayuda a entender cómo nos vinculamos y qué podemos hacer para mejorar nuestras relaciones.

Empecemos por el principio.

¿Qué son los estilos de apego?

Según la investigación de Levine y Heller, existen tres estilos principales de apego en adultos:

1. Apego seguro.
   Los adultos con este estilo de apego, mayormente presentan características como las que siguen:
   – Se sienten cómodos con la intimidad.
   – Confían en el otro sin perderse o anularse a sí mismos.
   – Saben pedir lo que necesitan sin miedo.
2. Apego ansioso.
   Quienes tienen rasgos de este tipo de apego adulto, pueden tener en mayor medida características como éstas:
   – Temen al abandono
   – Buscan validación de manera frecuente
   – Tienen más facilidad para sentirse rechazados o ignorados
3. Apego evitativo.
   Las personas que encajan con esta categoría de apego adulto, es posible que se identifiquen con aspectos como los siguientes:
   – Les cuesta abrirse emocionalmente.
   – Necesitan de más espacio personal.
   – Pueden sentirse invadidos,  saturados o agobiados por la cercanía de otras personas, especialmente de la pareja.

Es importante mencionar que estos estilos no son etiquetas fijas. Son patrones aprendidos que pueden cambiar con conciencia y trabajo terapéutico.

¿Cómo saber cuál es tu estilo?

Levine propone observar cómo reaccionas en situaciones de intimidad:

• ¿Te angustias si tu pareja tarda en responder?
• ¿Evitas hablar de lo que sientes por miedo a parecer débil?
• ¿Te cuesta confiar aunque desees estar cerca?

Algunas de estas señales pueden indicar un estilo ansioso o evitativo. Reconocerlo es el primer paso para transformarlo.

Estrategia para empezar a mejorar tu estilo de apego

Una de las claves para comenzar a gestionar el estilo de apego adulto es intentar elegir, en la medida de lo que nos sea posible, vínculos seguros. Esto significa:

• Buscar relaciones donde puedas ser tú sin miedo.
• Aprender a identificar señales de seguridad emocional (escucha, coherencia, respeto)

Para entender y poder hacer cambios en nuestros patrones a la hora de relacionarnos, en terapia trabajamos, entre otros aspectos:

• Nuestra historia de apego y cómo se formó a lo largo de nuestro desarrollo.
• La regulación emocional en momentos de activación.
• La construcción de un vínculo interno seguro con uno mismo/a.

¿Y si me siento identificado o identificada?

Si te has reconocido en alguno de estos estilos, no estás solo/a.

En INSPIRA · Psicología Sanitaria trabajamos el apego desde un enfoque humano, clínico e integrador, combinando EMDR, terapia cognitivo-conductual y sistémica.
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